Desde lo que los niños y las niñas nos dicen, podemos darnos
cuenta que estamos trabajando bien.
Ellos no solo están aprendiendo los
conceptos que les estamos enseñando sino también están llevando las cosas
aprendidas a sus casas. Nos dicen que les gusta hablar con sus padres,
explicarles lo que tienen que hacer, cuando ven que ellos están gastando agua,
por ejemplo, o tirando la basura en el contenedor equivocado. Esto nos parece
bastante bien y nos da a entender que los chicos y las chicas, cuando aprenden
algo, como el respecto del medio ambiente, seguramente son un medio para
transmitir valores educativos a los adultos. Porque está claro que no solo los
niños aprenden de los mayores, sino que también los adultos pueden aprender de
los pequeños.
Letizia